La parroquia de Sant Pere i Sant Pau de El Prat cede un piso a Cáritas para acoger a familias vulnerables. Un paso más para garantizar el derecho a una vivienda digna.
Con el objetivo de poner el patrimonio parroquial al servicio de quienes más lo necesitan, la parroquia de Sant Pere i Sant Pau de El Prat de Llobregat ha cedido una vivienda a Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat. El inmueble, que forma parte de la casa parroquial y residencia de los sacerdotes, se utilizará como recurso temporal para familias en situación de vulnerabilidad.
El convenio, firmado este jueves, establece una cesión por cuatro años prorrogables. Cáritas se compromete a gestionar su uso social y acompañar a las familias que residan en él, con el apoyo de sus equipos profesionales y voluntariado. De hecho, el piso ya ha sido habilitado para acoger a una madre con dos hijos.
Esta iniciativa se suma al piso compartido que ya funciona en la calle Cadaqués, y responde a la grave situación de emergencia habitacional que afecta a muchas familias del municipio, una realidad que se pone sobre la mesa con frecuencia en los encuentros de Cáritas Interparroquial de El Prat.
“Lo que tenemos, lo ofrecemos. Tener una vivienda hoy es una condición fundamental para levantarse y caminar”, afirma Josep Torrente, rector de la parroquia. Una acción que quiere ser fiel al Evangelio y confiada a la labor social y rigurosa de Cáritas.
En esta línea, Ramon Carbonell, director de Cáritas Diocesana de Sant Feliu, ha destacado que “trabajando juntos como Iglesia —Cáritas y las parroquias— hacemos posible plasmar el Evangelio en hechos concretos que transforman vidas”.
